Dua Lipa y su conexión especial con México brillaron como nunca en el cierre del Radical Optimism Tour
El Radical Optimism Tour de Dua Lipa se convirtió en la suma de lo que significa ser un tipo de estrella pop “diferente” en la actualidad. No se trata sólo de todos los sucesos protagonizados por la artista en las calles y en las redes —o en su vida personal—, sino del “show-womanship” que despliega en escena de manera consciente, calculada, pero también libre y gozosa… radicalmente optimista.
El show en vivo de Dua incluyó canciones que son éxitos, músicos de alto nivel e ingenieros de audio que saben potencializar la voz de la cantante, una plataforma escénica que la muestra en todo su esplendor, con pasarelas por donde puede lucir sus piernas kilométricas, pantallas gigantes en los que sus miradas, sus movimientos, sus latigazos con el pelo se potencian… pero, sobre todo, hubo optimismo radical por parte de ella.
El optimismo de Dua Lipa es contagioso y se siente genuino porque transmite una “buena onda” basada en la cercanía que establece con el público, con sus fans. Y no es sólo porque baje del escenario y hable con algunos de los afortunados que madrugaron para estar cerca de ella o se haga selfies con ellos, sino, porque les habla en su idioma, porque los mira a los ojos y porque al regresar a escena vuelve a dar aquéllo por lo que quienes corean su nombre pagaron un boleto.
Llegado el momento, y tras sorprender —y hasta desconcertar— al público al interpretar como canciones sorpresa los temas “Bésame mucho” de Consuelo Velázquez, y “Oye mi amor” de Maná, con la presencia de Fher Olvera, Dua cerró el ciclo con un clásico de Selena Quintanilla.
“Escogí esta canción porque siento una conexión muy especial con esta artista y por el sentimiento de pertenecer a dos lugares al mismo tiempo. Y yo siento que yo soy albanesa e inglesa, así como ella fue mexicana y estadounidense”, explicó la cantante antes de que con los primeros acordes y los golpes de la batería el Estadio GNP se inundara de la technocumbia romántica de “Amor Prohibido”.
¿Qué mayor muestra de optimismo puede haber entre las celebridades que una estrella que asume su multiculturalidad, su fama, su “normalidad”, su gusto por la música popular y su apertura hacia los demás?
Dua Lipa en México
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Dua Lipa en México
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Bu Cuarón reacciona a la polémica de su presentación antes del concierto de Dua Lipa
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El cierre del Radical Optimism Tour no pudo haber sido en otro lugar que no fuera la Ciudad de México. Y es que al escuchar a Dua Lipa decir que estaba “muy agradecida de vivir este momento de mi vida y de poderlo compartir con todos ustedes y con mi familia del tour”, se sentía la honestidad en sus palabras.
Y cuando dijo: “México, muchísimas gracias. Nuestra tercera y última noche en esta ciudad. Muchas gracias por recibirnos con los brazos abiertos y por esta energía que me voy a llevar conmigo hasta la próxima vez”, no dolió tanto el que Dua Lipa cerrara este capítulo de su carrera, sino que —tras disfrutar del concierto— nos quedara la certeza (radicalmente optimista) de que esa “próxima vez” será muy pronto y que, tal vez, ahora sí seamos nosotros quienes estemos en la mesa de junto en una taquería departiendo con ella.