Se sabe que a las hijas del príncipe Andrés y Sarah Ferguson tardaron en encontrar a su príncipe azul, así que el día de la boda de Eugenia era de verdad un día muy esperado donde merecía ser el centro de atención.
Sin embargo, ese día, quien sobresalió más que la novia, fue Meghan Markle , quien al llegar a la boda de Eugenia a la Capilla de St. George de Windsor se robó toda la atención al mostrar una misteriosa pancita.
Tomando en cuenta que su nombre fue uno de los más buscado en Google el año pasado, provocó una avalancha de especulaciones en redes sociales y medios sobre si estaba o no embarazada. En cuestión de segundos la novia pasó a segundo plano.

No conforme con su polémico outfit, ya en la fiesta Harry y Meghan tuvieron el poco tacto de anunciar a su familia que estaban “embarazados” y retirarse temprano porque al siguiente día tenían su primera gira por Oceanía.

“¿Por qué los duques de Sussex se fueron tan pronto de la boda?”, “Entonces ¿Sí está embarazada?”, “¿Acaso Meghan tendría nauseas?” eran las preguntas que la prensa inglesa se hizo de inmediato. Para entonces ya nadie se acordaba de los novios.
Dos días después, el lunes 15 de octubre hicieron oficial el embarazo de Meghan Markle y entonces fueron Fergie y Andrés quienes compartieron imágenes inéditas de la boda de su hija con las que se volvió loca la prensa que estaba entre dos noticias.