El Día de Acción de Gracias del año 2012 es un día que nunca olvidará Kim Kardashian . Esa fecha cobró un especial significado para la modelo luego de enfrentar el riesgo de perder a su primera hija, North.
Hace unos días, la empresaria de 39 años relató en un nuevo episodio del podcast All's fair de Laura Wasser, el terror que vivió cuando creyó haber tenido un aborto involuntario. Todo comenzó durante un chequeo médico al que acudió tras sufrir de un sangrando.
"Literalmente pensé que tuve un aborto espontáneo, porque realmente estaba sangrando mucho y con mucho dolor en Miami". recordó Kim. Fue entonces cuando acudió al médico creyendo que debía hacerse un legrado. Cuando acudió a la cita, su doctor le dijo: "No hay latidos. Tuviste un aborto espontáneo".
El cirujano le solicitó que regresara al día siguiente, y en pleno Día de acción de gracias hubo una situación que sorprendió a todos. Tras una nueva revisión, el médico le dijo: "'Hay un latido del corazón'".
"Pensé: 'Dios mío, esto es una señal, es la mañana del Día de acción de gracias'", recordó la modelo. Tras aquel trago amargo, North nació el 15 de junio de 2013.
Aún así, el resto del embarazo no fue tan grato para la futura abogada, algo que recuerda como "muy malo".
"Tuve preeclampsia, di a luz seis semanas antes, (la bebé) pesaba cuatro libras y tenía algo llamado placenta accreta, donde la placenta crece dentro de tu útero", explicó Kim.
"Honestamente, es de lo que muere la gente en el parto, por lo que hay que sacar la placenta en un período de tiempo determinado y puede sangrar internamente", agregó la hoy madre de cuatro hijos, dos de ellos por vientre subrogado.
La empresaria relató cómo el ginecólogo tuvo que "cortar la placenta con las manos" y le comentaron que difícilmente podría quedar embarazada de nueva cuenta. De hecho, intentó hacerlo durante año y medio y no lo logró.
"Después de tener a North, afortunadamente atravesé por el proceso de obtener embriones... así que usé uno de los embriones y pude quedar embarazada de Saint".
Aunque logró tener un segundo hijo, su embarazo y alumbramiento fue difícil y pasó por la "misma condición". El parto fue complicado y la obligó a someterse a cinco cirugías posteriores.
Fue entonces que se le recomendó investigar acerca de la maternidad subrogada si quería hacer crecer a su familia. Así llegaron al mundo sus dos hijos: Chicago (2 años) y Psalm (9 meses).
