Lacey hizo eco y detalló muy bien uno de esos episodios complicados que pasó William. Fue en 1995, tras la entrevista que concedió Diana de Gales a Martin Bashir para la BBC, que tuvo resuene internacional, ya que la royal admitió que su matrimonio era de tres y reveló cómo se enamoró de James Hewitt.
En ese momento, se describe en el libro, el duque de Cambridge se sintió muy traicionado, así lo reveló la propia Diana a su entorno más cercano: "Se desató el infierno. Estaba furioso… porque (dijo que) había hablado mal de su padre, que había mencionado a Hewitt… Él comenzó a gritar y llorar, y cuando ella trató de abrazarlo, él la apartó de un empujón.

"Al día siguiente, William se disculpó con su madre por su mal genio y le regaló un ramo de flores. Pero Diana sintió que se había hecho un daño irreparable", se supo de aquel difícil momento. Robert termina con algo que nadie sabía: "Había estallado en uno de los notorios ataques de ira que, de vez en cuando, marcarían su adolescencia y su vida adulta".
De acuerdo con gente cercana al Palacio de Buckingham, Diana no fue la única en ser parte de esos ataques de ira del futuro monarca del Reino Unido, Camila de Cornualles también confió a sus amigos, después de su boda en 2005, que William tiene muy mal genio, ella misma había sido testigo de escenas muy desagradables.