Mientras caminaba por su lugar típico de descanso en verano (ya no es una sorpresa para la gente verla), Sofía fue detenida en varias ocasiones por mujeres y hombres que quisieron externarle todo su apoyo frente a la situación personal que enfrenta y su respaldo para el reinado de Felipe VI; incluso, en ciertos lugares se escucharon vítores para la reina emérita.
Sonriente, Sofía se paraba para escuchar todo lo que la gente quería decirle y antes de despedirse les agradecía sus palabras y seguía con su camino. En su primera salida de Marivent, tras la "huida" de Juan Carlos I, la reina emérita estuvo acompañada de sus más allegados.
Caminaron siempre a su lado, haciéndole comentarios y acompañándola en su día de shopping su hermana la princesa Irene, su prima Tatiana Radziwill y el marido de ésta, el doctor Jean Henry Fruchaud. El cuarteto disfrutó de una tarde muy amena de compras y una deliciosa comida.
Para su salida, Sofía eligió un pantalón blanco acampanado y un blusón de print floral que le dio el muy acertado toque veraniego. Respetuosa de las medidas sanitarias para evitar el contagio de COVID-19, utilizó cubrebocas mientras visitó Rouge, en la calle Constitución.