- Precauciones-
          
          La reina y su esposo, el príncipe Felipe, de 98 años, se trasladaron al Castillo de Windsor el 19 de marzo como medida de precaución debido a su edad, un factor de riesgo en esta enfermedad.
          Según funcionarios reales, los dos gozan de buena salud y siguen las recomendaciones del gobierno.
          Su hijo mayor y heredero al trono, el príncipe Carlos, de 71 años, se ha autoaislado en su finca de Balmoral, en el noreste de Escocia, después de  presentar síntomas leves de COVID-19.  
          Como medida de precaución, el jueves inauguró oficialmente por videoconferencia un nuevo hospital de campaña de 4.000 camas en el este de Londres, donde se tratará a los pacientes más graves.
          La familia real ha suspendido sus compromisos y el discurso del domingo fue grabado por un cámara con equipo de protección, informaron funcionarios reales.
          Se ha pedido asesoramiento médico para mitigar cualquier riesgo para la reina y otras personas, añadieron.
          Es la primera intervención de la reina en momentos difíciles desde la muerte de su madre en 2002. Antes se dirigió a la nación la víspera del funeral de la princesa de Gales en 1997.
          También transmitió un mensaje en 1991 durante la primera Guerra del Golfo.
          En 2012 dio las gracias a la opinión pública tras las celebraciones por su Jubileo de Diamante, que marcó el 60 aniversario de su ascenso al trono.