"¿A quién no le gusta el bótox? En mi caso, ha hecho maravillas. Si actúas con responsabilidad y consultas en todo momento a tu médico, creo que puede funcionar muy bien", explicó a People para justificar un obsequio tan poco tradicional.
"Es algo que yo llevo usando mucho tiempo. Mi rutina es muy sencilla, siempre lo ha sido: un masaje, un buen tratamiento facial, una manicura y un retoque con bótox, ¡y lista! Soy bastante tradicional, mientras esté duchada y arreglada, no me hace falta mucho más para sentirme bien".