El rostro del balear era una muestra constante de los dolores y demás problemas físicos que sufrió durante su último partido contra el joven estadounidense, y aun así el deportista de 35 años no se rindió y pudo concluir el enfrentamiento, aunque no con el resultado que hubiera deseado.
En conferencia de prensa, Nadal se explicó el contratiempo: "No sé si es algo en las costillas, todavía no lo sé. Cuando respiro y me muevo es como si tuviera una aguja dentro todo el tiempo. Me hace sentirme un poco mareado porque es doloroso. Es un tipo de dolor que me limita mucho. Pero no es solo el dolor: no me siento muy bien porque me afecta a mi respiración".

Además de felicitar a su rival y volver a exhibir su buena educación tanto en los triunfos como en las derrotas.
Rafa Nadal aceptó que no le importan tanto sus próximos compromisos del calendario profesional como la necesidad de dar con la clave de su preocupante lesión.
