“Desde hace tiempo intento tomar las decisiones adecuadas para poder tener una vida agradable más allá de lo que es el mundo del tenis. Intento escuchar y hacer caso a la gente que normalmente entiende de cada faceta e intento seguir los consejos de los doctores”, comentó.
Luego de superar lesiones que mantuvieron a Rafael en vilo durante meses y tras conquistar su Grand Slam número 21, el tenista aseguró que en su vida en general no cambia nada.

“Ni un título ni nada de todo esto va a hacer cambiar lo que es realmente importante en mi vida, que son otras cosas”, afirmó.
En este sentido, reconoció que no es lo mismo tener 20 años que la experiencia que acumula ahora que tiene 35, pues lo mismo ha vivido éxitos, como el reciente triunfo en Australia, que momentos malos.
“Uno evidentemente encara todos estos momentos y estas emociones de una manera más pausada, tranquila y en una perspectiva diferente. Fue una satisfacción profesional y personal profunda por todo lo que significó para mí, pero no porque significara el título 21 sino por saber que venía de unos meses o de una época muy complicada”, enfatizó el deportista, quien ocupa actualmente el número 5 en el ranking mundial de la ATP.
Destacó el agradecimiento que sintió porque en su vuelta a las canchas contó con el apoyo de su familia y su equipo.