Esa conversación se conoció gracias a la transcripción de los audios de las cámaras corporales de los cuatro agentes que estuvieron involucrados en la muerte de George y que se revelaron este miércoles, por parte de la defensa de Thomas Lane, de 37 años, quien fue despedido del cuerpo de policía de Minneapolis después del suceso.
Fue Lane el que respondió el llamado de la tienda Cup Foods, en la que su dueño denunció un pago con billete falso de 20 dólares y reveló que quien había cometido el delito estaba afuera en su coche y señaló a Floyd. El agente se acercó a George y le pidió al menos cinco veces que le mostrara sus manos.

Al no tener respuesta, el agente le apuntó al ciudadano afroamericano con su arma y le pidió que saliera del coche: "Lo siento, lo siento. No hice nada", respondió, mientras le rogaba al policía que no le dispara. Shawanda Renee, quien lo acompañaba le gritó, desde adentro del vehículo: "¡Deja de resistirte!".
El agente le preguntó a Renee si George estaba borracho o por qué actuaba de ese modo; la explicación fue que estaba asustado porque ya un policía le había disparado en el pasado. Floyd comenzó a sacar espuma por la boca, que justificó al decir que tenía miedo y que era claustrofóbico y sufría de ansiedad.