En la década de los 80, el entonces rey de España y su familia hicieron de la isla de Mallorca uno de sus destinos favoritos para vacacionar en verano. Regularmente era el monarca, quien estaba en la proa del Fortuna, su famoso yate, y era común que periodistas y fotógrafos de la época merodearan por los alrededores para conseguir imágenes de la realeza ibérica.
Paparazzi lograron captar fotos de momentos tan íntimos, como al rey tomando el sol totalmente desnudo o peleando con la reina Sofía. Esos no fueron los únicos detalles alrededor de la vida de Juan Carlos que se descubrieron, también quedó expuesta su amistad con Pepe Oliver, dueño del famoso Club de Mar, uno de los centros nocturnos más famosos de la isla y el lugar donde se congregaban muchas celebridades.

Juan Carlos comenzó a frecuentar el lugar y se hizo una fama de "fiestero". Ese era el sitio perfecto para olvidarse de los protocolos de la corona. En ese entonces, el monarca tenía un pequeño grupo de amigos, entre los que destacaba el aristócrata Zourab Tchokotoua, quien además de intervenir para que la diputación de Mallorca cediera el Palacio de Marivent a los reyes, también presentó a Juan Carlos con Marta.