Indira no tenía experiencia como actriz, pero si como modelo, por lo que tener una cámara enfrente no fue algo tan nuevo, aunque sí todo el proceso de filmación que la enamoró, gracias a la destreza de la directora mexicana Yulene Olaizola, quien fue una guía tan precisa que logró que su protagonista alcanzara la nominación a Mejor Actriz en la Biennale Cinema 2020.
Realmente nunca había pensado en actuar porque no tenemos la industria en Belice. Un día estaba visitando a mi papá, que vive en un lugar remoto, en donde no hay internet y a veces tampoco teléfono; pero mi mamá me llamó y me dijo: 'adivina qué… pasa algo genial, están buscando a una joven beliceña, que sea criolla y van a filmar una película en la selva'

Recordó Andrewin de cómo primero la suerte jugó un papel fundamental en el arranque de su sueño para convertirse en actriz, pero que después ella forjó con su talento nato, algo por lo que se siente sumamente agradecida: "Oportunidades como esta nunca llegan en mi país y sentí, desde lo más profundo, que era para mí, así que estaba muy emocionada".
Tras aceptarla en su casting , la mexicana Yulene vio en Indira la "magia" y, así como Alfonso, no dudó en darle el peso protagónico a una no actriz, de la que estaba segura de que tenía todo para brillar en el séptimo arte, y la postulación que le dio el jurado de Venecia, presidido por Cate Blanchett, le confirmó que no estaba equivocada.