Billy Elliot fue fundamental para decidirme a bailar. Su historia es mi historia y si no fuera por esta película no estaría ahora bailando. Quiero ser el primer palestino musulmán que se dedica profesionalmente al ballet clásico
A sus 28 años Ayman había hecho en parte realidad ese sueño, tras afrontar inmensos prejuicios se había hecho un nombre en el mundo del baile de Israel, al colaborar de forma activa en varios proyectos palestinos, lo que lo llevó a festivales por todo el mundo, en los que conquistaba con su habilidad en la danza.
Safiah nació en 1991, su niñez la pasó en un ambiente que difícilmente lo hubiera impulsado a dedicarse al baile para que fuera su profesión, pero entonces conoció la trama de Billy Elliot y así como él, también tuvo temor al principio de que su papá no comprendiera que quería dedicarse a algo que se pensaba era sólo para mujeres.
"Algunos piensan que contradice la religión, pero no hay ninguna religión que prohíba el arte", le expresó Ayman a Sal durante aquella entrevista. En su comienzo prefería bailar a solas en su habitación, pero cuando "el secreto" se fue descubriendo, no estuvo exento de las miradas extrañas y las críticas de sus amigos.