Según el relato de la historia del duque, Carlos movió el dedo hacia el paciente y le explicó: "vamos a ver, no puedes ser el príncipe de Gales, yo soy el príncipe de Gales", sólo para que el hombre "respondiera con el mismo gesto".
"A papá le gustaba contar historias, y esta era una de las mejores de su repertorio. Siempre terminaba con una explosión de filosofía… ¿Quién sabe si realmente soy el príncipe de Gales? ¿Quién sabe si soy tu verdadero papá?
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"Se reía y se reía, aunque era una broma muy poco graciosa, dado el rumor que circulaba en ese momento de que mi verdadero papá era uno de los antiguos amantes de mamá: el mayor James Hewitt. Una de las causas de este rumor fue el pelo pelirrojo del mayor Hewitt, pero otra causa fue el sadismo", escribió el duque de Sussex.
El duque de Sussex abundó que a su papá le gustaba terminar sus historias con un "destello filosófico", y en este caso se preguntaba si alguien podía estar seguro de que no estaba "viviendo en una fantasía" y siguió con la "broma" que es muy dolorosa: "¡Quizás tu papá esté realmente en Broadmoor, mi querido hijo!".
