Intentando evitar un proceso potencialmente explosivo, Meghan solicitó un "juicio sumario" , trámite que en el derecho anglosajón permite resolver un caso sin juicio, lo que la Alta Corte de Londres comenzó a examinar este martes.
Si el juez falla a su favor, el caso estará terminado y sin posibilidad de apelación. Pero si la duquesa de Sussex pierde, habrá un juicio completo que podría enfrentarla con su papá, con quien mantiene una muy tensa relación desde hace un par de años.

En una declaración escrita al juez, divulgada este martes por el tribunal, Thomas Markle, de 76 años, aseguró que la carta de su hija "no era un intento de reconciliación" sino "una crítica a mí".
"La carta no decía que me amaba. Ni siquiera preguntaba cómo estaba yo. No mostraba preocupación por el hecho de que yo había sufrido un ataque al corazón y no hacía preguntas sobre mi salud. En realidad señalaba el fin de nuestra relación", aseguró, dando un anticipo de lo que podría ocurrir si ambos tuvieran que testificar ante un tribunal.