Hasta la fecha hay muchos detalles que no se conocen, pese a que hace unas semanas se reveló que la ceremonia se llevó a cabo en medio de varias tensiones familiares, según Finding Freedom, a la recepción solo asistieron 22 invitados, entre los que no estuvieron la reina Isabel II y su esposo, el duque de Edimburgo .
Pese a las críticas y comparaciones que recibió la royal couple con el príncipe William y Kate Middleton, a Meghan poco les importó, ya que Meghan sentía que su papel como mamá protectora era primero, “Las mismas personas que han estado abusando de mí, quieren verme poner a mi hijo en bandeja de plata. Un niño que no va a estar protegido y no tiene título, ¿Cuál es el sentido eso? Dile eso a cualquier mamá del mundo”, dice en el libro publicado este martes en Estados Unidos.
Bajo la misma línea y siguiendo sus convicciones, los duques de Sussex solo publicaron dos fotos del bautismo, mientras que en su momento, William y Kate incluso convocaron a los medios y sus fotógrafos para que cubrieran el evento. Ante esta inusual decisión en la familia real, los expertos en realeza criticaron a la royal couple, ya que aseguraron que el bautizo debía ser de acceso público porque la monarquía es financiada por los contribuyentes.