Pero además de que se ha visto obligado a anunciar su retirada de la vida pública, ha perdido muchísimos apoyos de numerosas organizaciones que le patrocinaban y la prensa británica ha publicado que la reina le ha pedido que abandone el palacio de Buckingham donde tiene sus oficinas.

“En los últimos días, me ha quedado claro que las circunstancias relacionadas con mi asociación con Jeffrey Epstein se han convertido en una interrupción importante para el trabajo de mi familia y la valiosa labor que se lleva a cabo en las muchas organizaciones benéficas de las que orgullosamente apoyo. Por lo tanto, le pedí permiso a Su Majestad para alejarme de los deberes públicos en el futuro previsible, y ella me ha dado su permiso”, explicó el príncipe York en un comunicado.
Claramente, ahora la reina Isabel II ha decidido cancelar la fiesta que estaba planeando para celebrar el cumpleaños 60 de su hijo, de acuerdo con lo publicado este domingo en el Sunday Times.