Como pocas veces, Ludwika da detalles de su matrimonio con Emiliano Salinas

Paleta sin tapujos compartió que la relación que tiene con Salinas está basada en el respeto y la mutua confianza: “Nunca (revisé el celular de Emiliano), porque no quiero enterarme de cosas, además eso siempre se malentiende, cuando lees algo es tan impersonal, está tan fuera de contexto, que muchas veces uno se hace ideas en la cabeza de lo que realmente es.

“Cuando preguntas, te das cuenta que lo debiste de hacer antes. Siento que soy muy respetuosa de la privacidad de cada quien. Emiliano y yo somos muy buenos amigos, la verdad es que tenemos muy buena relación, nos contamos todo y nunca ha habido necesidad de esculcarle el teléfono ni él a mí... no soy celosa”, explicó Ludwika.

Nicolás ya creció

En este encuentro con los medios de comunicación, la protagonista de No sé si cortarme las venas o dejármelas largas se sinceró como pocas veces y también compartió cómo experimenta que Nicolás, su primogénito alcanzó la mayoría de edad, y con eso también le pidió mayor independencia.

“Nicolás ya está grande, es mayor de edad, antes de eso sí lo hice muchos años, mantener su privacidad, porque estaba chico, pero a los 18 él me dijo que quería abrir su Instagram; tuvimos una plática, le dije lo que pensaba y me dijo que lo quería intentar. Está creciendo, cada quien tiene que aprender cómo es la vida, más allá de tu mamá.

“Entonces él ya tiene su Instagram abierto. Es un chavo, pero antes de los 18 años, estaba como mamá gallina y a lo mejor muy ridícula y sobreprotectora, pero si creo que mantener la privacidad es importante”, expresó Ludwika, que también aceptó que lo que más disfruta hoy es estar con Bárbara y Sebastián.

“Están en una edad divina, deliciosa, me despierto en las mañanas y se me antoja levantarme como resorte para verlos y a tomarme un café, aunque es muy difícil, porque me la paso haciendo cosas, trabajando, yendo de un lado a otro”, explicó quien encarnara a María Joaquina en el melodrama infantil Carrusel.

Una mamá moderna

Con la llegada de Nicolás a la adolescencia Ludwika, compartió, agradece que lo tuvo cuando ella tenía 20 años, por lo que su diferencia de edad no es tan marcada y eso le permite comprenderlo más y considerarse una mamá moderna, con quién el también primogénito de Plutarco Haza puede contar siempre.

“Con mi hijo hablo de todo y con mis otros chiquitos lo voy a hacer; creo que con los niños hay que tener esa comunicación, esa apertura, porque si no eres tú el que los escucha, les da consejos y está ahí para ellos, se van a encontrar a otra persona y no siempre van a tener buenas intenciones”, consideró Paleta.

La nacida en Polonia comentó que tuvo la fortuna de tener “unos papás incondicionales y siempre he sido eso para mí hijo, una mamá a la que le puede contar lo que sea y que no se le van a poner los pelos de punta, siempre he tratado de reaccionar bien y ser una mamá comprensiva.

“Además de que sólo le llevo 20 años a Nicolás y eso siempre ha sido más fácil para tener esa cercanía, porque la verdad es que pasan tan rápido que siento que hace rato yo tenía 20 años y decía: 'Quiero un tequila', yo sé lo que siente, porque lo pasé hace poquito, sé y entiendo las inquietudes que tiene, la poca edad que nos llevamos nos acerca mucho”, expresó la histrión.

Otras formas de divertirse

En ese sentido, Ludwika contó que en este momento su concepto de diversión ha evolucionado: "Me gusta salir, divertirme con mis amigos, cuando estaba más chava tuve a mi hijo y entonces si me brinqué una etapa en dónde todas mis amigas estaban de fiesta y yo cambiando pañales, a los 20 años tuve a Nicolás.

“Nunca me dio tiempo de ser fiestera, antes de eso sí, pero normal, ahora lo que más disfruto es salir con mis amigos y platicar, la verdad, tomarnos una copa de vino y ya como adulto mayor (risas)”, finalizó Paleta, quien confirmó que regresará al teatro con el montaje Perfectos desconocidos.