El galardonado guionista y director Charlie Kaufman aterrizó en Morelia para presentar su nuevo cortometraje How to Shoot a Ghost durante la 23ª edición del FICM. En una rueda de prensa y charla moderada por la crítica de cine Fernanda Solórzano, Kaufman compartió su más reciente exploración cinematográfica, develó una butaca con su nombre en el festival y dialogó sobre sus obsesiones creativas.
Esta pieza, que fue previamente presentada en el festival de Venecia, aborda la historia de dos jóvenes recientemente fallecidos que deambulan por Atenas entre vestigios del pasado, deseos y restos de lo inacabado.
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En esa misma charla explicó su vínculo con la co-escritora del cortometraje, la poeta y guionista Eva H.D.: “Durante la pandemia, Eva grabó uno de sus poemas… Sentí una gran responsabilidad por no arruinarlo”.
Reconocimiento y homenaje
Además de la proyección, el festival develó la butaca con su nombre, sumándolo al grupo de grandes invitados cuyo paso se inmortaliza en el recinto. Kaufman, conocido por guiones como Eternal Sunshine of the Spotless Mind, Being John Malkovich y por dirigir Synecdoche, New York y Anomalisa, se posiciona una vez más como una voz clave del cine contemporáneo.
Fotograma de la cinta How to Shoot a Ghost.(Cortesía. )
Una reflexión sobre vida, muerte y creación
El trabajo de Kaufman ha girado durante mucho tiempo en torno a la soledad, la conciencia de la muerte, la fragilidad humana. En esta ocasión, How to Shoot a Ghost retoma esos temas desde una óptica distinta: los personajes ya muertos que aún tienen deseos, errores y memoria. Como él mismo comentó: “Porque somos conscientes de la muerte, inventamos la esperanza”.
La visita de Charlie Kaufman a Morelia es prueba de cómo el autor sigue replanteando el cine como introspección, límite y experimentación. Con How to Shoot a Ghost, se adentra nuevamente en lo que significa ser humano, tragarse la propia narrativa y reconocer lo invisible. En Morelia, ese pensamiento resonó fuerte.
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Fernanda Solorzano, Charlie Kaufman y Eva H.D.(Cortesía. )
En sus filmes, los personajes de Kaufman lidian con la soledad, la idea de la muerte y el desamor, se trata de una constante, y en este cortometraje que no fue escrito por él, parecen sólo tener un aire al guionista creador de Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, quien sostiene que su pretensión fue “saber lo que ella quería, cuál era su intención”.
“[Los personajes] son esperanzadores porque están muertos”, bromea Eva H.D., y añade: “Los personajes se ven liberados porque no están escritos por él”.