No hay nada peor que el daño inconsciente a nuestra propia piel cuando creemos estar haciendo todo lo correcto para protegerla.
Además de la necesidad de tener paciencia para empezar a notar los cambios, es importante tener los conocimientos apropiados y saber cuáles son las necesidades de nuestra piel. Los errores que mencionaremos son mucho más comunes de lo que crees, por lo que también te damos la solución para que no los cometas y puedes mantener así.
El sol es uno de los principales factores que pueden llegar a afectar nuestra piel. Desde arrugas y manchas, hasta el 80% del envejecimiento se debe a la luz ultravioleta con los diferentes tipos de rayos UVA y UVB. Estos rayos penetran profundamente la dermis y llegan a dañar de manera irreversible las células. Lo que necesitas para evitar todo esto es encontrar un protector solar que puedas incorporar en tu rutina diaria, no solamente en los días que pases frente al sol o en la playa. Aplica la cantidad de dos dedos y re-aplica dos veces más durante el día.
Entre las listas de ingredientes de tus productos de skincare, debes asegurarte que vengan aquellos destinados a combatir lo que necesita tu piel. Por ejemplo, si lo que buscas es deshacerte de los granitos e imperfecciones, busca los ingredientes que te ayuden a combatirlos, aunque en la mayoría de los casos el ácido salicílico , conocido como BHA, puede ser la clave para limpiar los poros, ayudar con la prevención de espinillas y puntos negros. Si buscas una piel más hidratada, entonces enfócate en productos que vayan de acuerdo con tus necesidades.
En esta temporada de invierno, lo único que queremos hacer es disfrutar próximamente del calor, pero las altas temperaturas no son ideales para la piel. Cuando lavamos nuestra cara con agua demasiado caliente, estamos deshaciéndonos de los aceites naturales de la piel, creando una alteración en los niveles de lípidos y proteínas, que pueden causar la inflamación. La temperatura ideal para enjuagar nuestro rostro durante la limpieza facial es algo templado, sin caer en los extremos.
La exfoliación es un tema complicado cuando se trata del cuidado de la piel ya que para muchas personas o no existe, o se realiza en exceso. Por eso, el propósito es llegar a un término medio donde uses este producto de una a dos veces por semana, ya que, si lo haces con mayor frecuencia, puedes llegar a dañar las barreras de la piel. Te aconsejamos que elijas un exfoliante suave sin importar el tipo de piel que tengas, ya que la sobreexfoliación puede ser causante de varios problemas.
