De momento, la pareja real está muy centrada tanto en la apacible vida familiar que ha podido construir finalmente en Santa Bárbara, California, donde compraron recientemente su primera propiedad en tierras americanas, así como en las tareas que les ha traido el contrato que firmaron con Netflix y que los convertirá en productores ejecutivos de buena parte de sus próximos programas.

De la misma forma, Meghan y Harry se han involucrado considerablemente, dentro de lo que les permite su posición de neutralidad política, en la campaña electoral que desembocará en la elección de un nuevo presidente o en la ampliación del mandato de Donald Trump, el próximo 3 de noviembre. Esta misma semana, la royal couple intervino en un programa especial de televisión para invitar a los ciudadanos a ejercer su derecho al voto.
Ante la iniciativa de los duques de Sussex, el presidente Trump ya les respondió y ante varios periodistas dijo: "No soy un fan de ella [Meghan]. Le deseo buena suerte a Harry, porque la va a necesitar".