Una fuente cercana aseguró que Meghan y Harry decidieron que Archie se quedara en casa por temor a que se contagiara de coronavirus.

Sin embargo, los duques no perdieron el contacto con el bebé de 11 meses gracias a la tecnología: se comunicaban con el por FaceTime. “Archie ya agarra objetos solo, se queda mirando lo que sucede a su alrededor y empieza a tener más movimientos de un bebé independiente; aunque todavía no gatea y menos se mantiene en pie”, aseguró la fuente.