Aunque la boda está programada para el próximo 29 de mayo en la capilla de St. James, por lo que se espera que para ese entonces las cosas hayan vuelto a la normalidad y el riesgo de contagio sea nulo, en caso de no ser así, los familiares de Edoardo podrían quedarse sin presenciar el momento especial del empresario y la princesa. Ante esta situación y las prohibiciones de viaje, existen muchas dudas de su asistencia al enlace real.
La boda tampoco está salvada porque según la OMS, Reino Unido también podría entrar en etapa de cuarentena, aunque por ahora sólo se han registrado 590 casos y 10 fallecimientos por el COVID-19; si sucede, los preparativos del "gran día" de Beatriz se verían frustrados.