"Yo me dedico mucho a la arquitectura social, soy artista y diseñador, construyo con mis propias manos y colectivamente con grupos de mujeres y personas vulnerables en zonas rurales y territorios indígenas. Al final la construcción comunitaria, como el diseño y el arte, se tratan de explorar esas ideas y oportunidades de utilizar nuestras capacidades.
"Nuestros talentos y sensibilidades para abordar un problema o una oportunidad, como fue el caso de Vans, para mí lo que es bien importante es inspirarme en la gente, es lo que más me gusta; conocer las diferentes perspectivas de las personas, desde donde son y su visión particular y aprender de eso", aseguró Loyo Martínez a Quién.
Así, el calzado que le dio el triunfo al chihuahuense está diseñado a partir de un 'total red', ya que su objetivo primordial era "que tuviera mucho impacto visual, pero que también fuera muy incluyente, que no tuviera una lectura de género o de identidad, entonces creo que el rojo nos une a todos", comentó.

Dentro de su creación incluyó ojos, que a simple vista podrían confundirse con manchas, así estaba pensado y llevaron un arduo trabajo ya que están pintados a mano, todo con el fin de contar "cómo en el camino de la vida vamos aprendiendo a ver las cosas desde diferentes perspectivas, eso es lo que quería", dijo Juan Carlos.
El creativo se dedica a realizar arte en piel y así como con su arquitectura, en el caso de su propuesta para Vans, se siente feliz de que sea "algo único, especial y sostenible a largo plazo", por lo que su patrón de diseño está hecho de una forma que cada vez que se realizan los tenis tengan algún detalle diferente.
Inspirado en mujeres indígenas por las que aboga para que tengan el impulso que necesitan para ser más poderosas, también ve en la Global Custom Culture más que una competencia, un medio para que la gente de todas las regiones del mundo pudiera compartir sus distintas formas de ver las cosas.