Los datos de audiencia acabaron dándole la razón y convirtiéndola además en una de las estrellas mejor pagadas de la pequeña pantalla, pero permanecer en la serie durante casi dos décadas también ha tenido sus inconvenientes.
Su evolución física desde los treinta, cuando grabó el piloto, a los 50 años que tiene a día de hoy ha quedado perfectamente documentada en el drama médico y, como ella misma reconoce, las comparaciones resultan odiosas.
"La diferencia es evidente porque además llevo siempre la misma ropa que usa a diario Meredith. Así que verme envejecer de esa forma... no es divertido", confesó la intérprete al también actor Dax Shepard en su podcast Armchair Expert, usando un par de palabras malsonantes para terminar de ilustrar sus sentimientos al respecto.