Y es que el hecho de dar vida a una estrella televisiva, la popular presentadora del espacio matutino de referencia para millones de estadounidenses, en la mencionada ficción ha hecho que la artista reviviera de alguna manera muchos de los episodios que ella misma ha experimentado a lo largo de su extensa carrera ante los focos, especialmente en lo que respecta a lidiar con el intenso escrutinio mediático -rumores y bulos incluidos- sobre su vida privada.
Tanto es así, que en su última entrevista a Los Angeles Times, la antigua protagonista de Friends, calificó su experiencia en la serie como el equivalente a "20 años de terapia concentrados en solo diez capítulos".