Frydlender cerró su oficina en septiembre y un abogado de los herederos ha afirmado a Le Parisien que no coopera y se niega a hablar sobre los herederos, además, su esposa lo niega y asegura dice que está enfermo y confinado en su casa de París.
El legado sigue sin tocarse, fundamentalmente porque aún está pendiente de inventariarse en su totalidad, pero se estima que ronda los 200 millones de euros.

En este manuscrito, que según el medio parisino se encuentra en la notaría Maître Henry Rey de Mónaco, se encuentran los nombres de siete personas relacionadas íntimamente al diseñador que podrían ser beneficiarias de su herencia.
Los principales interesados en la herencia serían Sébastien Jondeau, asistente y guardaespaldas de Karl desde 1997, y el modelo Baptiste Giabiconi, que en febrero de este año, coincidiendo con el primer aniversario de la muerte de Lagerfeld, presentó un libro sobre el vínculo entre ambos.