Publicidad
REVISTA DIGITAL

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

El día en que los Suárez se distanciaron (pero al final ganó su amor)

Durante cuatro años los actores no se dirigieron la palabra, pero lograron limar sus asperezas y compartir una vida de admiración y enseñanzas.
mar 02 junio 2020 07:34 PM
Hector Suárez Gomís y Héctor Suárez
Hector Suárez Gomís y Héctor Suárez.

Hoy, a los 81 años, el actor Héctor Suárez trascendió a causa de un paro cardiorrespiratorio; su hijo Héctor Suárez Gomís se despidió de él con una emotiva carta en la que deja de manifiesto el amor que siempre se tuvieron y en lo profesional, las ocasiones en las que trabajaron juntos, fue como iguales, por su mutua admiración.

En una charla para el periódico Milenio, hace unos años, Héctor Suárez papá aceptó que siempre estuvo orgulloso de su hijo, más aún cuando lo dirigió y actuaron en El crédito; esa puesta en escena funcionó incluso para recuperar el tiempo perdido en su convivencia, debido al trabajo y a una diferencian que los distanció por cuatro años.

Publicidad

"Todo lo que no pude jugar con mi hijo por mis ausencias, hoy lo pudimos hacer, lo amo… Espero seguir jugando fuera del escenario y procurar no dejar de hacerlo nunca", dijo en aquel entonces Suárez papá, que siempre fue muy tierno en su trato con todos sus hijos.

En El crédito aceptó que se pusieron "todos los elementos para que mi hijo, mi bebé y yo jugáramos 100 días a que yo era un banquero y él un seductor sin dinero". Así se refería don Héctor a Suárez Gomís, siempre con todo el cariño, más aún cuando hizo el Stand Up El pelón en sus tiempos de cólera.

Ver esta publicación en Instagram

Esta será la primera de muchas cartas mías que ya no vas a leer. Estoy totalmente roto y me invade un gran dolor. Han pasado apenas unas horas y de momento, lo que más extraño; es tu olor. De niño cuando me abrazabas, tu olor se me quedaba impregnado durante horas. Además de sentir seguridad y todo tu amor, siempre, en cada abrazo; me sentía protegido cuando te olía. Cuando me dabas las buenas noches, los buenos días, en nuestros saludos y nuestras despedidas; además de abrazarte y darte un beso, me encantaba olerte. Hace cinco años fue la primera operación y recuerdo que cuando llegaron por ti para llevarte al quirófano, me invadió un miedo terrible porque existía la posibilidad de no volverte a ver y al abrazarte, respiré muy profundo para que nunca se fuera de mí ese olor... ¡El olor de mi papá! En total fueron 15 operaciones y en las 15, hice exactamente lo mismo: antes de que te llevaran al quirófano, te daba un beso, te abrazaba y respiraba muy profundo para quedarme con tu olor... y hoy que me despedí de ti para siempre; lo hice por última vez. ¿Qué se hace cuando tienes así de roto el corazón? ¿Llorar? ¡No he parado de hacerlo! ¿Qué se hace cuando tu héroe ha dejado de existir? ¿Qué voy a hacer mañana cuando quiera mandarte un mensaje escrito o uno de voz? ¿Cómo le explico a Pablo que ya no va a volver a ver a jugar con su abuelo? ¿Qué va a hacer Ximena con ese encargo que ya nunca te podrá dar? ¿Cómo hago para dejar de sentir tanto dolor? Hace exactamente un año estabas en el hospital, te iban a quitar el riñón izquierdo y te marqué a tu celular para decirte que no te perdieras la pelea de Andy Ruiz que yo acababa de ver en vivo. ¿Te acuerdas? ¡Te acabas de ir para siempre y ya estamos hablando de box! Así será de ahora en adelante, voy a platicar contigo y me vas a responder en mi mente. No sé cuánto tiempo tarde en adaptarme a nuestra nueva forma de comunicarnos, pero lo voy a hacer todos los días y a todas horas. Me hará mucha falta verte, oírte, sentirte, tocarte, abrazarte, besarte y lo que más extraño ahorita; es no poder olerte. ¡Gracias por ser mi papá!

Una publicación compartida por Héctor Suárez Gomís (@pelongomis) el

En ese ejercicio de comedia Gomís habló sin reparos de la vida feliz, y a veces también complicada, que tuvo con su padre; de sus obsesiones, de su carácter fuerte, pero también de que casi siempre su relación fue de respeto, comunicación y de acuerdos. Pero hubo una excepción.

Héctor Suárez Gomís tuvo con don Héctor una discusión, de la que, si se les preguntaba, preferían pasar página porque pudieron superarlo gracias a ese amor que se tenían. Sólo en una ocasión, en el canal deYouTube de Javier Alarcón el comediante habló de esa situación, que se dio por el divorcio de sus papás, que fue el 4 de julio de 2001.

Publicidad
Fue en el divorcio de mis papás, nunca voy a ventilar exactamente qué pasó, pero hubo un pleito familiar muy grande y nos dijimos cosas muy feas y nos dejamos de hablar casi cuatro años… No fue por tomar partido, fue un conflicto muy grande, mis papás se divorciaron cuando yo tenía 33 años

Explicó Suárez Gomís que también aceptó que ese fue uno de los momentos más difíciles en su vida: "Toda separación genera un dolor brutal en el corazón de los hijos, pero a esa edad está mal visto que te duela y a mí me dolió muchísimo, el no volver a viajar juntos los cuatro, fue horrible".

Hoy que la separación física es un dolor inmenso para Héctor hijo, pero desde hace mucho, esa diferencia y cualquier otra desaparecieron y juntos crearon una trama como la de sus shows, divertida, llena de experiencias y enseñanzas que fueron herencia de la abuela de don Héctor, que al haber sido soldadera tenía una visión clara de la vida.

Su pasión compartida

La actuación fue el otro hilo que unió a padre e hijo, en otra charla vía telefónica , Héctor Suárez compartió que admiró como a pocos a Marcel Marceau y que tuvo, además del gusto de conocerlo, el privilegio de tomar una clase con él; algo que lo inspiró aún más para seguir en la profesión que eligió por sobre la arquitectura.

Publicidad

Esa misma profesión fue la que alejó también a don Héctor de uno de sus hermanos más queridos, Alejandro Suárez, como se lo reveló a Gustavo Adolfo Infante en el programa El minuto que cambió mi destino, pero esta mañana, ese otro gran titán de la comedia nacional lamentó profundamente la muerte de su amigo y colega.

"Cuando éramos chicos yo iba a su casa con su mamá y él venía con la mía, siempre estábamos juntos y la pasábamos muy bien. Éramos jóvenes, jugábamos y en una grabadora decíamos que estábamos en la guerra. Era mi big brother, yo le decía mi medio enano.

"Las únicas palabras es que lo voy a extrañar mucho, vivimos juntos durante muchos años, todo lo hacíamos juntos. Luego nos encontrábamos en los aviones cuando íbamos a Estados Unidos, siempre riendo, siempre divirtiéndonos", finalizó don Alejandro en el programa Sale el Sol.

Publicidad

Newsletter

Recibe las últimas noticias de moda, sociales, realeza, espectáculos y más.

Publicidad