Basándose en su propia experiencia, Lindsay considera que el príncipe Harry y Meghan Markle -que pasaron los primeros meses tras desvincularse de la familia real británica en Canadá- no han tomado una buena decisión al instalarse en una mansión de una conocida zona residencial de Malibú que frecuentan muchas celebridades, con todo lo que su presencia conlleva.
"A no ser que hayan comprado una playa privada...", comentó Lindsay sin poder contener una carcajada ante la ocurrencia del matrimonio. "Allí hay un montón de paparazzi, no puedes ir a esas playas sin que... no puedes alejarte lo suficiente de la orilla [para evitarlos]", añadió en la conversación con su amigo Andy Cohen.