Otro detalle importante fue el vestido de la novia, que tampoco fue un modelo clásico. Se trató de un diseño de la firma española Immaclé Novias, dedicada a confeccionar a mano vestidos de estilo boho-chic.

Natasha no llevó el tradicional velo ni flores en la cabeza, únicamente recogió su pelo en media coleta. Como complemento, el único accesorio visible fue un sencillo ramo de flores. En el caso del novio, el productor llevó un look rockero totalmente negro.
