Con el paso del tiempo Huerta asimiló que lo que su mamá trataba de decirle es que mientras más estudias, descubres situaciones, culturas y formas de vida distintas, menos expuesto estás a rechazar algo que es diferente a tu entorno natural. Ahora que ella disfruta de su libertad, compartió que ese aprendizaje debe ser para todo el mundo.
“Soy mexicana-norteamericana, mi mamá es de Estados Unidos y muchas de las peleas que vi entre mis papás no las entendía, porque eran dos perspectivas; a mi parecer los dos tenían razón, pero también estaban equivocados, porque sus discusiones se traducían en diferencias étnicas”, contó Joy de su experiencia con la doble nacionalidad.
A partir de esas formas tan distintas de ver las cosas, pudo reflexionar y comprender que “no hay ser humano más peligroso que el ignorante, porque es un arma para usarlo para bien o mal”, explicó, teniendo como marco una charla con respecto al resurgimiento de las creencias de la supremacía blanca, la xenofobia y el racismo, con la llegada de Donald Trump.