Todo parece indicar que no sólo la monarquía británica (con el aparente empuje que le está dando a Kate Middleton en los medios) y la danesa (con la abdicación de Margarita II y el próximo ascenso de Federico y Mary de Dinamarca) aprovecharon el fin de año para reforzar su buena imagen ante sus súbditos, ya que en un hecho inédito, la princesa Charlene acompañó a Alberto de Mónaco durante su discurso de Año Nuevo.
Inédito: Charlene acompaña a Alberto de Mónaco en su discurso de Año Nuevo
En un hecho insólito, la princesa Charlene acompaña a Alberto de Mónaco durante la pronunciación de su mensaje de Año Nuevo.
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Charlene acompaña a Alberto de Mónaco en su discurso de Año Nuevo
Este hecho resulta insólito porque la costumbre dicta que únicamente es el monarca de un Estado quien aparece frente a las cámaras para dirigir un mensaje a su pueblo en el último día del año. Sin embargo, Mónaco rompió en esta ocasión con la regla y mientras el soberano se dirigía al principado a través de los canales oficiales, la ex atleta de origen sudafricano estuvo junto a él.
Un drama dignos de una serie:
Con actitud serena y una sonrisa discreta, la princesa Charlene estuvo al lado del príncipe Alberto de Mónaco, mientras éste daba su discurso de Año Nuevo tras meses de especulaciones y reportes de la prensa que han puesto en duda la buena relación de la pareja y el futuro de su matrimonio. Situación que tanto el palacio como el propio Alberto han buscado descartar con acciones que parecieran ser más un control de daños que situaciones que formen parte de la agenda cotidiana de los Grimaldi.
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Alberto de Mónaco defiende su matrimonio de rumores y 'falsedades'
Fue en septiembre pasado que en una entrevista con el medio italiano Corriere della Sera, en la que habló como pocas veces de su vida personal, el príncipe Alberto de Mónaco defendió su matrimonio con la princesa Charlene y tachó de falsedades las versiones que circulan en torno a su vida y las alegaciones de que la sudafricana en realidad vive en Suiza y no en el palacio princier de Mónaco.
Así la defendió:
“No entiendo todos estos rumores que me hieren, sobre ella viviendo en otro lugar, en Suiza, pidiendo reuniones con cita previa para vernos... Son falsedades”, aseguró Alberto, de 65 años, quien por lo visto quiso reforzar la imagen de unión con su esposa durante la última noche del año y, a diferencia de otras ocasiones, en que Charlene y sus hijos, los príncipes Gabriella y Jacques, se unen al monarca al final de su discurso, en esta ocasión estuvo junto a él, apenas asintiendo o viéndolo mientras avanzaba su mensaje, pero desde el inicio de la transmisión.
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El look de la princesa Charlene durante el discurso de Año Nuevo de Alberto de Mónaco
Para la ocasión, la princesa Charlene llevó un vestido corte columna y mangas largas de terciopelo guinda de la firma estadounidense Ralph Lauren que, por un lado, resaltó su atlética figura y elegancia y, por otro, dada la tela y el color de la misma, fue sin duda un gesto de cercanía y respeto por la familia Grimaldi, al tratarse de una combinación tradicionalmente ligada a la realeza.
Sin deberes 'reales' y todos los privilegios:
El mensaje pronunciado por Alberto de Mónaco con motivo del Año Nuevo resultó, como sucede en estos casos, meramente protocolario. Sin embargo, fue lo no dicho, la presencia de Charlene junto a él en todo momento, el verdadero tema que el príncipe buscaba dejar grabado en el imaginario colectivo que, ante las notables ausencias de la princesa en la vida de palacio, ha tenido sus dudas sobre el matrimonio desde que éste se llevó a cabo el 1 de julio de 2011.
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