Desde sus inicios, el matrimonio de los príncipes Alberto y Charlène de Mónaco ha sido cuestionado porque supuestamente mantienen vidas separadas.
Basta con recordar los testimonios de quienes aseguran que la ex nadadora se la pasó llorando todo el día de su boda.
Además, las frecuentes ausencias de la princesa en eventos públicos de Mónaco no han hecho más que avivar los rumores de un posible crisis matrimonial que supestamente comenzó desde hace años.
La última y larga ausencia de Charlène está de cierta forma justificada, debido a que pasó más de diez meses en Sudáfrica debido a una infección en el oído y garganta que le impedía volar de regreso a casa.
Sin embargo, poco después de regresar a Mónaco, la princesa se fue a una clínica a Suiza en la que de acuerdo con fuentes cercanas a la realeza, la esposa de Alberto trataba síntomas relacionados con la fatiga.
En ese momento y como pocas veces, a través de un comunicado, el Palacio Real dio detalles de los motivos de su viaje a Suiza, en el que destacó que Charlène buscó ayuda profesiona para recuperarse de una "profunda fatiga".
Alberto es muy consciente de las dudas que se generan sobre la autenticidad de su matrimonio y reconoce que muchas veces son dolorosas porque no reflejan la realidad de su día a día.
"No entiendo todos esos rumores sobre que ella vive en otro lugar, en Suiza, y que sólo se reúne conmigo con cita previa. Hacen daño. Son falsos", aseguró en una reciente entrevista al periódico italiano Il Corriere della Sera.
Además, Alberto aclaró por qué es Charlène muchas veces está ausente en los actos públicos a los que él asiste, y esto se debe a que ella cuenta con su propia agenda oficial.
Finalmente, el heredero de Mónaco dejó ver que será en otoño próximo cuando podamos ver más seguido a la pareja, a ahora que ella ya se encuentra de regreso en el principado.
"Charlène tuvo algunas dificultades hace muchos meses, pero ahora, gracias a Dios, se ha recuperado, y siempre está a mi lado. Me apoya al frente del principado, pero no estamos juntos las 24 horas del día, los dos trabajamos y eso hace que a veces sólo podamos estar juntos al final de una larga jornada llena de citas", aseguró.
