Los 'royals' han hecho su aparición en escena junto a los más jóvenes de la familia, como ha sido el caso de Zara y Mike Tindall, que han estado acompañados por primera vez de sus dos hijas mayores, o de la princesa Beatriz, que ha invitado al hijastro que tiene fruto de su matrimonio con Edoardo Mapelli Mozzi, aunque su hija Sienna, de un año, se quedó en casa.

Los duques de Cambridge también acudieron en familia con sus tres hijos. Kate, como es habitual, se ha convertido en el centro de todas las miradas para analizar al detalle el atuendo que eligió para la ocasión: un abrigo verde de Alexander McQueen -una de sus marcas de cabecera- que combinó con un sombrero a juego de Philip Treacy.
Los pendientes han sido identificados como una nueva incorporación a su joyero que, al parecer, habría sido el regalo navideño de su esposo el príncipe William. Se trata de una pieza de la casa francesa Sézane, de la que ella tiene otros accesorios y prendas, que cuesta alrededor de 100 euros. Gracias al popular 'efecto Kate', las piezas se han agotado en cuestión de minutos en la página web en cuanto se difundieron las fotos de la duquesa con los aretes puestos.