Ahora se puede encontrar en los supermercados como plato preparado o relleno para sándwiches o en numerosas variaciones en los libros de cocina, convertido en parte integral de la cultura culinaria británica.
"Pero no es la misma receta (...), es sólo mayonesa con un poco de curry añadido", bromea Angela Wood, de 89 años, mientras recibe a la AFP en su casa de Kimbolton, en la verde campiña del sureste de Inglaterra.
Sólo tenía 19 años cuando, como estudiante de la renombrada escuela de cocina Cordon Bleu, de Winkfield, se le encomendó afinar la receta ideada por la directora del centro, Constance Spry, quien debía organizar el banquete de los dignatarios extranjeros tras la coronación del 2 de junio de 1953.

Isabel II llegó al trono el 6 de febrero de 1952 a la muerte de su papá, el rey Jorge VI, pero no fue coronada hasta más de un año después. Para complacer a todos, el plato "tenía que ser un poco picante, pero no demasiado", recuerda Wood.
Además tenía que prepararse con antelación, por lo que debía servirse frío. Y los ingredientes debían encontrarse fácilmente en el Reino Unido, donde los alimentos importados eran entonces limitados —incluso para un banquete real— cuando el racionamiento de la Segunda Guerra Mundial no se había levantado aún totalmente.
Extraña mezcla
Wood se puso manos a la obra, experimentando "dos o tres veces por semana, durante tres o cuatro semanas. Cocíamos pollos sin cesar", añadiendo o quitando ingredientes, recuerda.