En la Met Gala 2022, la frase “estamos viendo doble a la princesa Diana” no fue nada extraña. La presencia de la Lady Di se sintió en los Oscar de la moda, 26 años después de que la royal asistiera al evento por primera y única vez, pero en la forma de sus contrapartes ficticias en Netflix.
Tanto Emma Corrin como Elizabeth Debicki, que interpretaron el papel de la princesa de Gales en The Crown, en la temporada 4 y la 5 respectivamente, caminaron por la alfombra roja de Met Gala 2022 el lunes por la noche. La verdadera Diana lució un ceñido vestido lencero de Dior para su momento la Met Gala en 1996.
Aunque Debicki no optó por honrar a su personaje con un atuendo similar, optó por el mismo diseñador. Con un vestido de encaje color crema de manga larga de Dior, la actriz de 31 años, que asumirá el papel en la próxima temporada de The Crown, se mostró apropiada y recatada para el tema de la Edad Dorada.
Corrin, por otro lado, se centró por completo en la temática con un look peculiar inspirado en el integrante de la alta sociedad de Nueva York de la década de 1880, Evander Berry Wall, quien fue apodado King of the Dudes durante la Gilded Age. Con un abrigo a cuadros de Miu Miu inspirado en Wall.
Complementó el outfit con un chaleco negro y pantalones cortos sobre medias blancas. Emma, quien ganó un Globo de Oro por su interpretación de Diana, agregó un sombrero de copa y un reloj de bolsillo Cartier antiguo, un broche y aretes para completar el traje histórico.
"Creo firmemente que se debe seguir el tema de Met Gala, y pensé que sería una oportunidad divertida para jugar con las referencias", dijo el estilista de Corrin, Harry Lambert.
La única e irrepetible
En cuanto a la princesa real, su dress de Dior azul marino fue diseñado por el entonces director creativo de la marca de moda francesa, John Galliano, una elección adecuada para el tema de 1996, que estaba dedicado a las obras de Christian Dior.
Su aparición tuvo lugar sólo tres meses después de su divorcio del príncipe Carlos, y el look de Diana logró un momento memorable, tanto en términos de traspasar los límites de la moda real, como de sentar las bases de cómo podría ser su vida después del divorcio. Aunque nunca volvió a asistir al evento de Nueva York, su recuerdo sigue vivo.