El castillo que puso en pie de guerra a Ernesto de Hannover y su hijo

Además de la propiedad, le donó todo aquello en su interior, desde obras de arte hasta antigüedades y joyas.

Ernesto Augusto, quien lo usó como escenario de su boda en 2017 con Ekaterina Malysheva, trató de renovarlo pero, al ver su condición casi en ruinas y el costo millonario, pensó en una solución: vender la propiedad al estado de Baja Sajonia, para gestionarlo entre el gobierno y la Fundación Hannover. Así, Marienburg sería un sitio semipúblico.

Esta opción no agradó en lo absoluto a Ernest, quien puso un alto a la operación con Baja Sajonia al demandar a su primogénito y reclamarle que le devolviera todo lo que le había legado.

Lo acusó de disponer del castillo fuera de los términos en que se le había heredado y de lucrar con él, una "ingratitud", como lo señaló el jefe de la casa Hannover y papá de la hija menor de Carolina de Mónaco, Alexandra, de 23 años.

El caso tuvo un giro inesperado esta semana, en la que esperaba el juicio en el Tribunal Regional de Hannover. Ernesto retiró la demanda demanda contra su hijo, aunque esto no significa que la denuncia haya desaparecido.

Lo que hizo el tercer esposo de la princesa Carolina fue ceder los derechos de su demanda a la empresa EAH BetriebsgmbH de Salzburgo, una compañía de cobro de deudas que, de ganar el juicio, se quedaría con una buena parte de lo que Ernesto exige a su hijo.

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De esta forma, la empresa asumirá los costos legales en lugar de Ernesto, y éste aseguraría una parte de la ganancia sin arriesgar su propio dinero.