"La idea de que has perdido a una persona importante, por la que te preocupabas personalmente, te marca de por vida", expresó Monsef, quien espera que al "romper el silencio", se pueda de una vez por todas descartar la teoría de un complot orquestado incluso entre los médicos, para terminar con la vida de Diana Spencer.
Aquel 1997, Dahman se desempeñaba como cirujano en el hospital Pitié-Salpêtrière en París, en la entrevista detalló lo que hacía antes de tratar de salvar la vida de Lady Di: "Estaba descansando en la sala de servicio cuando recibí una llamada de Bruno Riou, el anestesista principal de servicio, diciéndome que fuera a la sala de emergencias.
"No me dijeron que era Lady Di, sólo que había habido un accidente grave que involucró a una mujer joven. La organización del hospital Pitié-Salpêtrière era muy jerárquica. Cuando recibí una llamada de ese colega de alto nivel, eso sólo podía significar que el caso era particularmente serio", aclaró Monsef.

La inusual actividad alrededor de la paciente llamó la atención del joven, quien contó cómo se dio cuenta de que se trataba de la esposa del príncipe Carlos a la que debería tratar de salvarle la vida: "Llegué bastante rápido al quirófano. Ahí me di cuenta de la verdadera seriedad del asunto.
"Mi interno estaba en la habitación, pero en un rincón, porque estaba un poco abrumado por la gravedad del momento. Para cualquier médico, cualquier cirujano, es de gran importancia enfrentarse a una mujer tan joven que se encuentra en esas condiciones. Pero, por supuesto, más aún si es una princesa", explicó Dahman.
Tras estudios y una radiografía se descubrió que la princesa Diana tenía una "hemorragia interna muy grave" por lo que se le practicó un drenaje torácico, debido a que el problema siguió recibió transfusiones de sangre O-negativa ya que no se estableció su grupo sanguíneo. A las 2:15 horas, sufrió otro ataque cardíaco.