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Oprah Winfrey, ¿posible madrina de Lilibet Diana, la bebé de Meghan y Harry?

Eso es lo que los fanáticos aseguran, tanto así que la presentadora ya fue cuestionada al respecto y su respuesta ha dejado muy claro el papel que tienen en la vida de la hija de los duques de Sussex.
sáb 19 junio 2021 12:10 PM
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Oprah Winfrey, Meghan Markle y el príncipe Harry.

Lilibet Diana, hija del príncipe Harry y Meghan Markle, aún no cumple el mes de nacida, pero muchas especulaciones ya suenan a su alrededor, entre ellas: ¿quién tendrá el honor de ser su padrino o madrina de bautizo?

Muchos creen que la empresaria y comunicadora Oprah Winfrey podría figurar en la lista de posibles opciones, debido a la gran cercanía que tienen con los duques de Sussex. Tan grande se ha hecho el rumor que el presentador de Entretainment Tonight, Kevin Fraizer, le preguntó directamente en una plática que tuvo con ella.

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Sin negar o aceptar nada directamente, Oprah respondió que "no necesita" ser la madrina de Lili puesto que "soy madrina por defecto; ya sabes, soy vecina, soy amiga y todo eso". Recordemos que los duques de Sussex viven muy cerca de la presentadora en Montecito, California.

Bromeando, Winfrey comentó que, además, seguramente la hija de Meghan y Harry necesita una madrina más joven que ella, que tiene 67 años. Lo que sí aseguró es que "le encanta el nombre" que la pareja eligió para la pequeña, pues hace referencia a su abuela, la princesa Diana, y a su bisabuela, la reina Isabel II.

A diferencia de cuando nació el primogénito de la pareja, esta vez no se sabe lo que Oprah regaló a su nueva "ahijada" al nacer. Fue en 2019 cuando la empresaria enviara directo a Londres una colección de libros para el recién nacido Archie como regalo de bienvenida.

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Realmente lo más seguro es que Meghan y Harry no den detalles del bautizo de Lilibet Diana. No olvidemos que cuando fue el bautizo de Archie, el 6 de julio de 2019, los duques de Sussex decidieron no hacer público el nombre de los padrinos.

Incluso quisieron que la ceremonia fuera íntima, tanto así que sólo hubo 25 invitados —la reina Isabel II no estuvo presente— y se realizó en la capilla privada al interior del Castillo de Windsor, esto para evitar fotógrafos captando a los invitados al llegar. Además, ellos eligieron minuciosamente las fotografías que se enviaron oficialmente a los medios.

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