El marido de Carolina de Mónaco podría ir a la cárcel

El príncipe Ernesto de Hannover, de 66 años, es acusado por la fiscalía de Wels de 'haber cometido un acto sancionable en estado de ebriedad'.
El nieto de Guillermo II de Alemania podría enfrentar hasta tres años tras las rejas.

El príncipe Ernesto de Hannover no terminó bien el 2020, ya que los rumores de que puede ir a la cárcel y de que ya no puede portar armas fueron una constante. El aún marido de Carolina de Mónaco estaría en riesgo por el altercado que tuvo en el área de caza que le sirve de refugio en la localidad austríaca de Grünau im Almtal.

El miércoles la fiscalía de Wels, segunda ciudad más habitada de Austria acusó a la todavía cabeza de la Casa de Hannover por "haber cometido un acto sancionable en estado de ebriedad", lo que podría derivar en una sentencia de hasta tres años de prisión, publicaron los medios Oberösterreichische Nachrichten y Kronen Zeitung.

Ese acto sancionable sucedió a mediados de julio de 2020; el príncipe solicitó ayuda a los servicios de emergencia porque se encontraba en muy mal estado, a partir de ese momento las versiones de Ernesto y de la policía que respondió al llamado son distintas y muy confusas.

De acuerdo con el príncipe, sufrió una hipoglucemia, que fue lo que lo hizo llamar a los médicos: "Dije que debían darse prisa porque me sentía muy mal. Pero no sé por qué vino la Policía", explicó al reportero del Kronen Zeitung, a quien también le aseguró que los representantes de la autoridad lo atacaron sin ninguna razón.

Ernesto de Hannover, de acuerdo con la Policía, se comportó de una forma muy hostil.

En esa misma charla, Hannover negó que hubiera cometido cualquier delito y amenazó con presentar una demanda en contra de los vigilantes de la ley. Por su parte, la Policía reveló que el nieto de Guillermo II de Alemania se comportó de una forma muy agresiva con ellos, los atacó físicamente y amedrentó con un cuchillo.

Después de controlarlo, las autoridades lo llevaron a la clínica Vöcklabruck para que le hicieran una valoración psiquiátrica, reportaron que el traslado fue a la fuerza. La situación no terminó ahí ya que el 20 de julio, ya que estaba de regreso en su casa, el príncipe condujo hasta la comisaría de Scharnstein.

Hasta el sitio Ernesto llevo un bate de béisbol y amenazó a dos agentes con matarlos, según publicó el Kronen Zeitung. Por el momento el Ministerio Público desestimó algunas de las denuncias que se interpusieron en contra del príncipe, como la de insultos a la Policía.

Pero sí consideró que Ernesto puede ser acusado de acuerdo al artículo 287 del Código Penal ("haber cometido un acto sancionable en estado de ebriedad"). Con esta decisión se da a entender que se le creyó a la defensa de Hannover de que no estaba bien al momento de lo que sucedió.

El medio Oberösterreichische Nachrichten explicó que si no se le hubiera creído al príncipe se le habría señalado por intento de resistencia contra la autoridad, lesiones corporales graves, amenazas peligrosas e intento de coacción. En el Salzburger Nachritchten fue publicada la versión del abogado defensor.

Malte Berlin aceptó que está convencido de la inocencia de Ernesto y compartió que los problemas se debieron a que bebió un par de copas de vino tinto mientras tomaba una dosis muy alta de analgésicos, ya que se había sometido a una operación de mandíbula: "El alto nivel de hipoglucemia significa que esa noche no sabía lo que hacía".