Su residencia oficial en el condado de Berkshire se pone de punta en blanco por estas fechas y en la sala principal se instala un árbol de navidad de seis metros de alto, que tarda dos días en adornarse con más de 3.000 luces y cientos de figuras brillantes. Los curiosos pueden visitarlo, así como otras habitaciones del castillo que también se engalanan para la ocasión, hasta el próximo 4 de enero.
Tradicionalmente, los duques de Cambridge prefieren exponer el plato fuerte de sus decoraciones navideñas, que consiste en un abeto de casi diez metros, a la "puerta" de su hogar en el palacio de Kensington, y aunque por el momento no han compartido ninguna fotografía del de este año, se espera que vuelvan a superarse a ellos mismos. Los duques de Sussex, por su parte, ya han comprado este mismo martes su propio árbol para su hogar en Montecito en uno de los negocios de la zona, donde curiosamente un niño pequeño confundió al príncipe Harry con uno de los vendedores.