Usuarios de las redes han llegado a la conclusión de que Kate estaría esperando a su cuarto hijo. Según las teorías, nada tendría que ver un abultamiento en el vientre, sino una situación menos obvia. Según ellos, cada vez que la duquesa cambia de look, unas semanas después, anuncia que está embarazada. Este patrón se repitió con sus tres hijos anteriores.
Y sí, Kate llegó al colegio de su hija con nuevo corte y nuevo color de pelo. Dejó atrás su característico castaño y optó por dar luz a su cara con un tono más claro.

Pero eso no es lo único que confirmaría esta teoría. A ello se suma que la agenda de la futura princesa de Gales se encuentra vacía , otro patrón que se repitió en sus tres experiencias anteriores, pues en los primeros meses de embarazo la duquesa sufre de hiperémesis gravídica, un padecimiento que le provoca náuseas y vómitos que la mantienen alejada de los actos públicos durante algún tiempo.
