Este domingo, el Corona Capital 2025 finalizó su edición 15 con un cierre épico protagonizado por Linkin Park, en una noche donde confluyeron la nostalgia, la intensidad y el renacimiento musical.
La nueva era de Linkin Park da un cierre épico del Corona Capital 2025 junto a Deftones, Weezer y James
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Desde el arranque con “Somewhere I Belong”, la atmósfera se impregnó de familiaridad. Mike Shinoda emergió junto a la nueva vocalista, Emily Armstrong, para dirigir una bienvenida emotiva: una declaración de que, aunque el pasado pesa, el futuro también llama.
Shinoda alternó rap y melodía con clásicos como “Points of Authority”, mientras las guitarras y luces verdes envolvían al público en una experiencia que estimulaba casi todos los sentidos.
En un momento sincero, gritó:
“¡Viva México, cabrones!”, una frase que resonó con fuerza entre sus fans.
En “Up From the Bottom”, Emily Armstrong sorprendió con su guitarra roja y mostró su rango vocal completo, mientras Shinoda alternaba con versos más intensos. A pesar del ritmo rápido, la canción mantuvo una carga emotiva, mientras los fans coreaban y vibraban bajo un espectáculo visual de leds que creaban una atmósfera casi cinematográfica.
Es un hecho: Linkin Park vive una nueva era tras la muerte de Chester Bennington. Pero anoche, la banda originaria de California dejó claro que sigue completamente vigente, mientras que Emily honra el legado de Chester y, al mismo tiempo, construye el suyo con paso firme, poderoso y necesario.
Deftones: la tensión sonora que sube el volumen
Antes de Linkin Park, Deftones puso la cuota pesada de la noche. Su presencia en el escenario Doritos demostró por qué siguen siendo figuras fundamentales del rock alternativo actual: texturas densas, guitarras saturadas y una voz etérea que creó una experiencia casi hipnótica.
James: la energía de Tim Booth siempre es un abrazo
James, la banda originaria de Manchester considerada parte de la escena del britpop, ofreció uno de los mommentos más cálidos del día. Con un setlist que incluyó clásicos como “Laid”, “Sit Down” y “Getting Away With It (All Messed Up)”, la banda conectó de inmediato con el público.
Tim Booth, cálido y cercano como siempre en su entrega, bajó varias veces del escenario para cantar entre la gente, tomarlos de las manos y bailar con ellos, como sólo él sabe hacerlo.
Esa convivencia constante, sumada a la energía emocional de sus canciones, reafirmó por qué ver a James en vivo es siempre un auténtico deleite.
Este Corona Capital no fue solo una despedida de fin de festival, sino una celebración de ciclos. Linkin Park demostró que su música sigue viva, Deftones mantuvo su intensidad imbatible, James aportó el alma reflexiva, y Weezer trajo esa chispa accesible que equilibra todo.