El Corona Capital inició su edición 15 con un primer día que dejó claro por qué el festival sigue siendo uno de los más esperados del año.
Miles de asistentes llegaron el Autódromo Hermanos Rodríguez para vivir una jornada marcada por el rock en todas sus vertientes, encabezada por tres actos que demostraron su vigencia absoluta: Garbage, Queens of the Stone Age y Foo Fighters.
Desde las primeras horas de la tarde, la afluencia apuntaba a una de las jornadas más potentes del fin de semana.
El ambiente, cargado de nostalgia noventera y energía festivalera, encontró a su primera gran protagonista cuando Garbage tomó el escenario.
Shirley Manson, enfundada en su característico estilo irreverente, ofreció una presentación que combinó clásicos como “Stupid Girl” y “Only Happy When It Rains” con momentos de agradecimiento al público mexicano, que respondió con euforia. Su presencia confirmó por qué la banda continúa siendo un referente del rock alternativo a casi tres décadas de su debut.
Más tarde, la potencia subió varios niveles con Queens of the Stone Age, quienes entregaron un set sólido, crudo y vibrante. Josh Homme y compañía desplegaron su característico sonido contundente con temas como “No One Knows”, “Little Sister” y “My God Is the Sun”.
La banda se adueñó del escenario con un performance sin trucos, apoyado únicamente por su impecable ejecución y una audiencia que coreó cada riff. Fue uno de los momentos más intensos del día.
El cierre, como muchos esperaban, estuvo a cargo de Foo Fighters, quienes volvieron a demostrar por qué son una de las bandas más queridas en México.
Dave Grohl ofreció un concierto energético y emotivo, que mezcló éxitos como “The Pretender”, “Learn to Fly” y “Everlong” con un mensaje de agradecimiento para los fans mexicanos que los han acompañado por más de dos décadas. La banda mantuvo al público cantando hasta el último segundo, confirmando que su presencia sigue siendo garantía de un cierre épico.
Con esta primera jornada, el Corona Capital arrancó con fuerza, nostalgia y una contundente reafirmación del poder del rock en vivo. Si el arranque fue así de sólido, el resto del fin de semana promete ser igual de memorable.
A mitad del set, los Foo Fighters ofrecieron uno de los momentos más emotivos de la noche con “My Hero”, interpretado entre miles de luces de celulares que iluminaron el Autódromo. La banda también dedicó un espacio para mostrar su versatilidad, dando protagonismo a sus músicos con solos extendidos y arreglos más prolongados que entusiasmaron a los fans de larga data.
El cierre, como marca la tradición, llegó con “Everlong”, un himno que generó uno de los coros más potentes de toda la jornada. Grohl se tomó un momento para recordar la primera vez que tocaron en México y para agradecer la conexión “que nunca se rompe” con el público del país.
