Kim y Kanye tendrán que ponerse de acuerdo, eso sí, en aspectos claves del bienestar integral de sus hijos, tales como su educación y el tiempo que deberán pasar con sus respectivos papás.

Fuentes de su entorno aseguran que la socialité está muy satisfecha con los términos del divorcio, que en teoría otorgan los mismos derechos a ambos papás pero, al mismo tiempo, también reconocen que la empresaria juega un papel importante en lo que al día a día de los menores se refiere, de ahí que a Kanye se le hayan atribuido fundamentalmente responsabilidades económicas.
"Todo lo que Kim ha hecho no ha tenido otro objetivo que el de beneficiar a sus hijos. Quiere ser la mejor mamá posible en coordinación con Kanye. Ambos tienen la custodia compartida de los niños, pero está claro que Kim es la que pasa la mayor parte del tiempo con ellos. Eso es algo que el propio Kanye admitió", señaló un informante en conversación con el portal de noticias E! News.