Poco antes de dar a conocer el alcance de su dolencia, el astro de la música ya había aplazado tres conciertos que debería haber ofrecido esta semana en Toronto y Washington. Teniendo en cuenta que necesitará mucho más tiempo para lidiar con los efectos del síndrome, resulta comprensible que no pueda subirse a los escenarios hasta, al menos, el mes de agosto.
De hecho, una de sus actuaciones más esperadas estaba fijada para el 24 de junio, en solo siete días, y se enmarcaba en el SummerFest de Milwaukee, del que ejercía como una de sus cabezas de cartel.

La promotora AEG, que gestiona todos los preparativos de su tour mundial, emitió un comunicado para, entre otras cosas, tranquilizar a aquellos fans que ya daban por hecho que tendrían que devolver sus entradas. Con suerte, únicamente tendrán que armarse de paciencia durante unos meses.
"Justin sigue recibiendo el mejor servicio médico posible. Está muy animado con los progresos de su proceso de recuperación y está deseando volver a los escenarios. A finales del verano volverá a actuar para sus fans", dice un extracto del comunicado emitido por la empresa.