Otro factor importante a la hora de analizar su compatibilidad es que ella vio legitimada de alguna forma su propia relevancia a través de la de su esposo. Gracias a Kanye, Kim pasó de ser vista como una celebridad de tercera, a convertirse en un icono de estilo que aparecía en la portada de Vogue.

Sin embargo, de puertas para dentro la realidad era muy diferente. Aunque el nuevo reality que Kim protagoniza con su familia se está emitiendo ahora, en realidad se grabó hace meses y gracias a ese desfase temporal pudo documentar lo que ocurrió en las semanas inmediatamente posteriores a que ella solicitara el divorcio.
Su decisión tomó a muchos por sorpresa y el propio Kanye se negó a aceptarla inicialmente, pero Kim insiste en que hacía tiempo que se había vuelto evidente que no había solución a sus problemas.