En la mencionada cinta, el intérprete de Sherlock da vida a Phil Burbank, un fumador empedernido que casi nunca dejaba de inhalar y expulsar humo de su boca mientras administraba su rancho de Montana.
En lugar de optar, como ya hiciera Jon Hamm en la serie Mad Men, por cigarrillos de utilería que no contenían nicotina ni alquitrán, el artista británico decidió agregar autenticidad a su actuación fumando tabaco de verdad, en algunos casos sin recurrir siquiera a los filtros que amortiguan el impacto en el organismo de tantas sustancias nocivas.

El actor de Hollywood, protagonista además del aclamado filme Descifrando Enigma, confesó incluso que llegó a "intoxicarse" con el exceso de nicotina hasta en tres ocasiones, por lo que calificó su experiencia en el set de rodaje de "horrible" al menos en lo que al plano de la figuración se refiere.