Dylan Syer, como se llama el joven de 29 años, fue contratado por el también actor en 2015 y en un primer momento se limitó a realizar compras legítimas y autorizadas siempre por su cliente, pero eventualmente empezó a desviar dinero a sus cuentas bancarias y a adquirir objetos de todo tipo -incluyendo más de una docena de muñecos Bearbrick para coleccionistas- que enviaba por mensajería a su casa y a su oficina.
En total, habría realizado cargos fraudulentos por un valor total de más de un millón de dólares a lo largo de un período de 19 meses y, al parecer, hasta hace unos días todavía podían encontrarse fotos de estas adquisiciones en su cuenta de Instagram.