Las parejas que provocaron suspiros en el Oscar (como Salma y 'El Sol' en 1997)

De entre todas las historias hay una que nos encantó: el tapis rouge de los Academy Awards fue el sitio para la cita perfecta de dos de nuestras máximas figuras: Salma Hayek y Luis Miguel, sucedió el 24 de marzo de 1997, él tenía 28 años y llegó muy orgulloso con la actriz, en su primera invitación a la gala. En ese momento, Luismi se había dado un break con Daisy Fuentes.

Entre Salma y El Sol no hubo romance, ella se encargó de aclararlo y decir que para ese momento tenían ya 12 años de profunda amistad. Pero el que sí fue un romance en toda forma y que se dejó ver en la alfombra roja fue el de Nicole Kidman y Tom Cruise, su unión fue considerada de las más poderosas, se casaron en secreto y su divorcio fue en el más estricto silencio.

Por la red carpet hemos visto desfilar también a quienes dieron mucho de que hablar con sus affaires que incluso terminaron en una noche de Oscar, como el de Bradley Cooper e Irina Shayk o que mostraron que cada vez se consolidan más y su amor sigue creciendo: JLo y Alex Rodriguez, quienes están preparando la boda del año, o Beyoncé y Jay-Z.

De los momentos vintage hay parejas que nos hicieron soñar y ya no están juntas, tal es el caso de Cindy Crawford y Richard Gere, ella logró, cuando desfilaron juntos en 1991 en la antesala de los Oscar, marcar tendencia con su vestido rojo Versace, aunque el matrimonio terminó mal. Otro de los romances fallidos fue el de Leonardo DiCaprio y Gisele Bündchen.

El actor de Titanic y la súper modelo fueron novios durante cinco años, y recientemente ella aceptó que se separaron tras momentos de varios excesos, aunque nos quedamos con su retrato de ensueño a su llegada a una ceremonia del Oscar. Otro galán que recién compartió pantalla con Leo es Brad Pitt que se dejó ver con distintas acompañantes.

Así lo hemos visto recorrer el encarpetado con su primera novia famosa Juliette Lewis, luego con Gweneth Paltrow, llegaron a la ceremonia en 1996; después con Jennifer Aniston, pero el momento más álgido fue con Angelina Jolie, con quién incluso se ganó el sobrenombre de Brangelina, en 2012 cuando el vestido negro de Versace de ella hizo una fashion revolution.